jueves, 1 de diciembre de 2011

TIJERETAZOS BIEN PENSADOS

Acelerones
Esta mañana la sastresa ha llegado al taller acelerada, hiperactiva. Apenas teníamos un ojo abierto y otro cerrado. Estaba como poseída. Incontrolada, descentrada, ansiosa por obtener una respuesta que no llegará pronto. No planteaba la pregunta, ni siquiera la conoce aún. Sólo busca un noray pero no se da cuenta que ella misma es su punto de amarre, sólo debe ajustarlo ahora que está inestable. En su torbellino casi nos arrastra a todos, incluso a una inocente cliente del taller que andaba por allí preguntándonos por el herbolario más cercano. Estuvo enamorada, cree que lo estuvo, no lo sabe cierto; tuvo amigos, cree que los tuvo, no lo sabe cierto,... Tal es la naturaleza de su duda. Me temo que se siente sola, muy sola. Tras unos meses de amor compartido, pasional, hirviente, evervescente, hiriente, se siente vacía. Como un alma atrapada en un espejo, apenas reconoce en sí a la mujer que era hace tan sólo tres meses. Apenas reconoce a los que le rodearon. Son sombras, como ella misma. Atrapados en un bucle, perdidos. Por eso tuvo que cerrar ese tormentoso capítulo. Ambas partes estaban dañándose. Y dijo adiós. Ella aún no lo sabe pero la música le salvará. Hace dos semanas dio un paso de gigante gracias a unos de nuestros más fieles tertulianos.

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