martes, 13 de julio de 2010

CUADERNO DE BITÁCORA

Diario de vitalidad
13 de julio de 2010
Acontecimientos febriles adormecieron mi alma el pasado domingo. El muelle de carga se convirtió en un carnaval de emoción, un torbellino de microfiestas monográficas unidas en una sola voz. Todos salimos a la calle embriagados de éxito, cerveza y ron. No había dique que contuviera aquel río de energía. De hecho desembocamos en el muelle de San Pedro como si fuera el delta del Ebro y allí siguieron bailando al son de los tambores brasileños cientos de personas. El mar, ajeno a todo, estaba en calma. Quizá, por eso, me aleje unos metros. Respiré el aire impregnado en brea y sal. Me despojé de mis ropas y me tiré al agua. El baño fue balsámico. Reposé mis furias. Braceé ligeramente para no romper el espejo del mar y seguir viendo el reflejo intacto, os casi, de los fuegos artificiales. España es la campeona del mundo de fútbol. Cuando salí, me sequé. Busqué a la multitud y besé en los labios a la primera persona que me miró con idéntico interés.



11 de julio de 2010

Hoy me he levantado con el sabor ácido de la resaca en la boca. Una idea nostálgica me ronda la cabeza. En lugar de volver a mi casa, debería haber ido a la de mi madre. Allí, con mi hermano y hermanas, disfrutaría de unos días en familia, alejado de las aguas infectadas de piratas. Cobijado, mimado, aislado de los problemas del mundo, huyendo de los míos. Las tranquilas playas del Mediterráneo me esperan o eso quiero creer. Un remanso de paz para recuperarme de las heridas sufridas tras el encontronazo corsario.


10 de julio de 2010

El irreconocible canto de sirena que me embargó hace unos meses en la travesía del mar de los Sargazos aún resuena en mis recuerdos. Quizá por esa razón olvidé tomar apunte en mi bitácora de un hecho extraordinario. En el regreso a casa, poco después del día más largo del año, una bandada de aves migratorias nos rondó de noche. Una de ellas se posó sobre mi hombro. Me susurró un secreto al oído. Un secreto que es sólo nuestro y que tiene el sabor del Río de la Plata.



7 de julio de 2010

Pide un deseo. Zambúllete desnudo en la playa que ilumina la media luna. Respira hondo. Mueve los brazos bajo el agua del mar y verás las chispitas de luz refulgir. El ron ha hecho mella en mi voluntad y me dejo guiar como buen marino por él. Cojo mi botella de cristal y mando mi mensaje de exalta...ción de la amistad a los cuatro vientos. Unos harán acuse de recibo, la mayoría no. Lo importante es que llegue. La respuesta es lo de menos. Confío, como siempre cuando abuso del líquido elemento, que cuando acabe este estado de embriaguez emocional en el que estoy sumido la resaca no sea demasiado fuerte.


5 de julio de 2010

Un marinero tiene que navegar. Cogí una pequeña barquita para ir a una pequeña isla para asistir a una jam session musical. Pensé que sería un mero espectador. Sin embargo, para mi sorpresa me convertí en uno de los actores. La música nos invadió, nos llenó, nos invadió. La improvisación produjo u...n flujo de energía tal que todos nos mecíamos al mismo ritmo, al unísono bajamos el tono y también lo subíamos. Cautivos y libres. Paradójicos pero felices.

30 de junio de 2010

Aquí seguimos, en el dique seco. Haciendo papeleos y como el hambre aprieta, realizando trabajos esporádicos para ganar unos escudos. Junto al faro del fin del mundo, un año atrás, todo brillaba con una luz que recordaba las tardes luminosas de un verano en Moscú. Ahora, el faro no parece brillar ...con la misma intensidad. Los amigos de entonces difuminan sus caras. Casi se me aparecen desdibujados. No les reconozco. ¿Dónde está el cariño que sus ojos mostraron? Quedaron conversaciones no iniciadas en el tintero. Serán esas palabras no pronunciadas las que enjaulan esos sentimientos. No lo sé. Sólo noto que pese a estar en tierra, mis pies pierden contacto con el suelo y todo me parece irreal. El capitán de este barco está perdido sin el mapa de ruta aún por dibujar.


29 de junio de 2010

La tripulación reaccionó bien ante el último asalto pirata, pero el barco está hecho cisco aunque se mantiene a flote. Los daños hay que evaluarlos. No las tengo todas conmigo. Volvemos a nuestra dársena de cabecera, Portus Magnus, donde el viejo cascarón estará a salvo y la tripulación podrá desc...ansar. Con los pies en tierra firme, las cosas se ven muy diferentes.


17 de junio de 2010

Encontronazo con los piratas. Nos abordaron a traición, a la vuelta del Cabo del Miedo, sin previo aviso. Tenemos daños pero afortunadamente el viejo cascarón se mantiene a flote. No han hecho todo el daño que pretendían. Ahora, buscamos un puerto amigo y recóndito que nos permita reflexionar y establecer otra hoja de ruta.

[Extracto de un ejercicio literario en facebook]

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