EL SONIDO DE LA SASTRERÍA

Virginidad electrónica

Pete Tong, Fat Boy Slim, Groove Armada,... son nombres que resuenan en los ecos de la apertura de la macro-galardonada-discoteca Space. Bien saben nuestros asiduos clientes que en el taller hay pasión por lo eléctrico, por el rock, por la 'víscera', por el alma y la guitarra, en cuanto a música. Pero no cerramos la puerta al debate y al conocimiento. El movimiento clubbing es un desconocido para nosotros. Así, la sastresa, gracias a unos amigos, consiguió acceder en tiempos de crisis al templo de la electrónica. Para un amante del rock, del blues, del soul, del rhythm&blues, del country, del folk... es un mundo inhóspito, frío, calculado, incluso, la música electrónica: house, dance, trance... Resuena como ciencia ficción en los oídos. Sin embargo, tras el paso por las tres salas y la terraza del nuevo circo romano, las impresiones cambian. La pregunta: "¿Te parece bueno este dj? La respuesta: "No sé que decir, sólo puedo hablar de sensaciones. Este dj me parece bueno porque sabe mantener los ritmos y sabe cambiarlos de modo que la masa de gente que le mira, le observa, como a un rey-dios en su podio, baila frenéticamente, sensualmente, ininterrumpidamente, sin apariencia de desgaste". Hay que tener una genética muy particular o aderezar el cuerpo propio con estímulos externos para aguantar más de seis horas. Sin aditivos, la sastresa lo hizo desde las doce hasta las seis... Tan solo tres copas compartidas... Eso es todo. Lo demás es mover el cuerpo en mitad de una danza casi tribal, donde los ritmos cultivados durante milenios cobran nuevas formas... sigue siendo caliente, sensual... pero desprovisto de mensaje. Es una especie de dadaismo musical pero sin la connotación cultural y transgresora de principios del s. XX. El ritmo por el ritmo, como rebelión contra lo establecido, pero vacío de contenido. ¿Un nuevo arte? ¿Tendrá caducidad? Lo dirá la historia de la música en un futuro no muy lejano. Pero el creciente regreso a la música en directo, al escenario con guitarras y voces solistas... parece síntoma de que el personal necesita nuevas referencias, mensajes a los que unir su voz, que no les aliene en un baile sin fin cegado por los focos, efectos láser y perfomance robótico-luminosas --que, por otra parte, componen un cuadro futurista similar a la película de culto 'Tron'-- frente a un rey-dios-dj que es tan humano como ellos. O quizá es lo que la sastresa quiere pensar...

El propio Fatboy Slim tiene una vida anterior que contrasta con su actual empresa. El que hoy es un dj apreciado en las noches de clubbing militó en grupos de pop rock como The Housemartins en los 80's. También explota la vertiente más comercial del mundo electrónico, de la cultura que llega de los clubes nocturnos, de los after...

Versión de Fatboy Slim de Cornershop
http://www.youtube.com/watch?v=ighCzRngRR8