martes, 11 de mayo de 2010

TIJERETAZOS BIEN PENSADOS

Sembrados
Los humanos estamos sembrados de contradicciones. Creer ser no es ser. Querer ser no es ser. Desear ser no es ser. Reflexiono sobre esto a raíz de una conversación en una cena. Aseguraba ante unos amigos que sólo presumo de aquello que tengo, pero pequé de presuntuosa. Presumo de capacidad de trabajo, que la tengo. Presumo de habilidades creativas, que las plasmo en papel. Todo eso es real en mi ser. Pero, ¿puedo presumir de ser humilde? Es una paradoja. Desde entonces no dejo de examinarme a mí misma. En las incongruencias que cada día encuentro en mis conductas. En esta extraña tercera adolescencia que me alecciona con dureza. Soy más compleja de lo que pensaba. Quizá por eso me oculto tras el aprendiz, para que no se vean mis debilidades, no se aprecien mis defectos, para preservar mis sentimientos intactos, impávidos, inmóviles... ¡Es que cuando se agitan son temibles! La hipersensibilidad es lo que tiene. Y sufro, mucho más de lo deseable. Por eso, a veces, La sastresa requiere aislamiento, soledad,... Para comprenderse, para comprender. Para seguir adelante, trastabillada a veces, otras con paso firme, a pesar de su gran defecto: esperar demasiado de los demás mientras presume de ser muy fuerte.

2 comentarios:

Dorothy dijo...

Y yo presumo de cordura y estoy más chalá...

Susana dijo...

jajajaja... yo presumo de sencilla y la verdad es que soy algo compleja...