sábado, 24 de octubre de 2009

TIJERETAZOS BIEN PENSADOS

Un año de sufrida tercera adolescencia
El taller de costura ha cumplido un año de existencia y seguimos hilvanando pensamientos y remendando algún que otro roto y descosido. Los arreglos son nuestra especialidad. Así ha sido durante todo un año. Un año de vorágine, de altibajos, de aventuras, de vitalidad, de huida, de encuentros, de desencuentros, de vida... No viene mal el terremoto después de años de cierre por envejecimiento prematuro, de entrega estéril, de estancamiento,... Poco a poco la demanda en este aspecto ha ido decreciendo, la sastresa ha visto como su pequeño taller se llenaba de nuevos diseños, de telas de colores y de sorprendentes clientes, que le han ayudado a seguir adelante y sobrevivir, al principio, y vivir, más tarde. Como Dorothy en el camino de baldosas amarillas, la modistilla se ha ido encontrando a sí misma y ahora, al cabo de tanto tiempo y no sin nuevas dificultades, vislumbra qué quiere... o más bien, qué no quiere. Llegar a definir la imagen borrosa es ya un buen objetivo. En cualquier caso, en el taller, aún resuena el tintineo de copas y cubiertos de las cenas mensuales bajo el cuadro del faro del fin del mundo.

1 comentario:

Dorothy dijo...

A pesar del camino de baldosas amarillas Dorothy no encuentra el camino...