viernes, 14 de agosto de 2009

LETRAS A MEDIDA

Salanders, Bergers y Blomkvists...
Una vez regreso de la civilización lo primero que la sastresa echa de menos es el silencio sólo interrumpido por el canto de los pájaros. Los ratos de lectura intensa que hacía años no tenía volvieron a llenar muchos minutos. Las blancas paredes le acogieron en sus brazos y los campos de color ocre y olor a tierra húmeda le abrazaron con cariño. Se asomó a la ventana varias veces y notó el aire fresco de la mañana. Encendió el farol de su casa cada noche y se sentió viva pese al cansancio que dejaron las horas de trabajo para poner a punto un hogar. Inazares cada vez le atrapa más. Tiene ganas de vivirla en invierno, al calor de la lumbre de su chimenea. En medio de esta paz, las tribulaciones de Lisbeth Salander, mujer de dura coraza de orígenes difíciles que no se permite ni un respiro para ser feliz, o de Erika Berger, dama de alta cuna con dotes para la negociación que mantiene dos relaciones con su marido y su compañero de trabajo un periodista de ego considerable apellidado Blomkvist, se le antojan lejanas por complejas brotando de las páginas de un libro gordo que bebio a grandes sorbos. No puede evitar sentirse atraída por la luchadora Salander, que sin duda sobreviviría sin móvil en la profundidad del campo murciano. En cambio, Berger no lo haría. Sin embargo, la sastresa envidia a Berger por su capacidad de compaginar el amor por su bohemio marido y la amistad con derecho a roce que disfruta con Blomkvist. Son tres de los personajes de 'Los hombres que no amaban a las mujeres', primer libro de la trilogía Milenium del malogrado Larsson. Ahora me arrojo a las profundidades de África de la mano de Ryszard Kapuscinski...

1 comentario:

Dorothy dijo...

Vete preparando el segundo y el tercero. No te dejarán ni respirar.
¡No sabes qué envidia me das! Con lo ermitaña que es una, todo lo que cuentas se me antoja el paraíso...