TIJERETAZOS BIEN PENSADOS

Nuevos retos emocionales

Cuando eliges poner a prueba tus límites tienes que estar preparado para lo que pueda ocurrir. El sexo está íntimamente relacionado con lo emocional. El placer es adictivo y por tanto muy atractivo. Si se acompaña de una buena dosis de aventura, aún puede serlo más. Estimula la parte de los instintos, sólo su idea sugestiona hasta el punto de esperar más, mucho más. La realidad a veces nos abruma, otras no responde a las expectativas. Las personas empáticas como somos la sastresa y yo, este humilde aprendiz, desarrollan además un cariño hacia el otro yo en discordia cuando éste es interesante, creativo, de humor inteligente,... Aquí está nuestro reto. ¿Cómo desvincular esa proyección de sentimientos hacia la otra parte contratante del acto sexual? Tal situación puede llamar a engaño al otro pues puede ser confundida con amor. No es lo mismo. Pero sí es verdad que de repente el apetito nos domina y quisiéramos saber más del otro, conocerle mejor, saciar sus deseos,... Quizá desde el punto egoísta de saber abierta la puerta a saciar los propios, conocidos o aún por descubrir. No sé lo que opinará el lector pero creo que en la vida, vivida como se merece, estas situaciones hay que experimentarlas para saber hasta qué punto somos románticos o nos entregamos al placer por el placer sin reservas o somos capaces de dejar durmiendo al compañer@ ocasional sin dejarle ni una sola nota o sencillamente dejar pasar la oportunidad de conocer con más intensidad a alguien por los propios miedos, tabúes o prejuicios. Creo que en toda relación, sea sexual en exclusiva o no, la sinceridad es básica. Tanto en el que pregunta como en el que responde. Me gusta el que pregunta de forma directa, sin tapujos, sin miedos. Me gusta el que responde de igual forma. Claro, que bien pensado, no tiene otra opción.
Ilustración: 'Placer', de Paco Mora.