sábado, 13 de febrero de 2010

TIJERETAZOS BIEN PENSADOS

Un estilo de vida diferente
El tema de debate esta semana en el taller es profundo. O al menos, relevante. La búsqueda de la felicidad, desprendida, eso sí, de romanticismo, es un asunto viejo. El camino que cada uno sigue es lo original. La sastresa está en plena apuesta por sí misma, por cuidarse, por disfrutar de la vida, por reconocer qué quiere y cómo lo quiere, investigando, amando, probando, apreciando, disfrutando, conociendo... degustando. Al taller llegan clientes en esa misma situación. Otros ya tomaron sus decisiones. Están tranquilos. El sosiego está en su alma. El debate está en las opciones de cada uno. El estilo de vida tradicional pasó. No es necesario tener una familia --en el sentido ancestral-- para ser relativamente feliz. Compartir momentos únicos con amigos que los aprecian así, una buena copa de vino aderezado con buena conversación sobre cine o música, un mundo pequeño que cabe en un salón, una conexión íntima, puntual, intensa, sin más compromiso que el adquirido con uno mismo,... son varias de las reflexiones que surgen cuando, entre dobladillo, hilvanes y patrones, trabajamos para que el Carnaval saque a relucir nuestra cara transgresora detrás de una máscara de verdad personal...

2 comentarios:

Vergónides de Coock dijo...

Tema bien complicado el de la felicidad. Suerte.

Susana dijo...

Considero que es más bien paradójico... complicado y simple, más de lo que pensamos, a la vez